Procesos organizacionales para afecciones psicosociales digitales: Horizontes necesarios.
Procesos organizacionales para afecciones psicosociales digitales: Horizontes necesarios. |
Luis Eduardo Faugier Contreras1 |
1Universidad Veracruzana |
Resumen
La creación de nuevos entornos en los que la sociedad experimenta la realidad ha generado una migración de espacios en los que hechos sociales, tales como trabajar, se han vistos modificados por la implementación de las TIC y los entornos digitales emergentes generados por su demanda y aplicados a las organizaciones por la tendencia de “industria 4.0”. El presente artículo de divulgación pretende dar una introducción al lector sobre los factores que influyen en la generación de nuevas afecciones psicosociales de carácter laboral en este entorno digital también conocido como -E4- realizando una revisión teórica sobre la implementación de las TIC y plataformas digitales al trabajo, su aceleración de aplicación por la pandemia de COVID-19 y la necesidad del campo administrativo por generar procesos efectivos para el control de estas afecciones psicosociales digitales y con esto, mejorar un poco el problema epistemológico relacionado con la generación teórica y la reducción del conocimiento al carácter instrumental en la que se encuentra.
Keywords:
Tecnoestrés, ansiedad digital, migración laboral, espacios digitales, epistemología administrativa.
Durante años, la aplicación de las TIC y los nuevos entornos digitales se fueron integrando a la realidad y cotidianidad al punto de que, en estos momentos, si bien no se trata de entornos tangibles en los que tengamos una presencia física, se vuelven parte de la realidad desdibujando la línea entre tangibilidad y no tangibilidad tornándose en una misma -aparentemente-.
Echeverría (2001) había advertido acerca del desarrollo de los espacios en los que las interacciones humanas se llevarían a cabo, realizando una descripción de la idea a través de la conceptualización de - entornos- en los que se desenvolvían las personas dentro del tejido social.
Para el autor, el primer entorno -E1- correspondía al desenvuelto en entornos naturales, aquellos en los que experimentamos la realidad día con día incluso correspondiente a la descripción atribuida a “lo rural”. El segundo entorno -E2- era precisamente el relacionado con la ciudad e incluso con las tensiones de los primeros grupos sociales condensados dentro de un clúster de relaciones interpersonales demasiado grande.
Finalmente, el tercer entorno -E3- era descrito como aquel en el que las tecnologías de la información y de las telecomunicaciones (NTIT) jugaban un papel crucial en la manera de relacionarse de las personas debido a que no era un proceso natural, si no uno que debía aprender a usarse.
Si bien es cierto que las TIC continuaron integrándose en la vida diaria de las personas para facilitar las comunicaciones entre los actores sociales, con la llegada del fenómeno de las redes sociales, el crecimiento acelerado y diario de usuarios vinculados a presencias digitales , así como la necesidad de integrar el uso de la red para la vida cotidiana, se generó aparentemente la sucesión a un entorno vinculado a la realidad que bien podría ser catalogado como el cuarto entorno -E4- en nuestros tiempos.
La implementación constante de este entorno puede deberse a múltiples factores, siendo uno de ellos a considerar, y motivo del presente escrito, la acelerada industria generada por la demanda de dispositivos y plataformas que facilitaran el uso de la conexión y presencia del individuo dentro del E4. Brindando con ello un cambio de paradigma en todos los hechos sociales diarios en los que se veían desenvueltos los individuos, siendo uno de los más importantes el trabajo y sus estructuras organizacionales.
La implementación de las TIC en los entornos laborales trajo muchas ventajas para la eficiencia de los procesos administrativos y el flujo de comunicación dentro de las estructuras organizacionales, generando una gran ola de estudios administrativos sobre la implementación de estos espacios digitales en pro de un aumento en la capacidad de servicios y producción. Sin embargo, esto trajo efectos tanto negativos como positivos.
Velasquez y Paz (2020) mencionan que algunos de dichos efectos fueron precisamente reducción de empleos por sustitución de maquinaria automatizada, súbita obsolencia de habilidades para el trabajo generado e insatisfacción acompañada nuevos tipos de estrés laboral.
Agregando a lo anterior el contexto pandémico por COVID-19, la naciente “industria” 4.0 como corriente -o moda- administrativa se ha visto impulsada por las soluciones que propone para la modernización de los espacios laborales, cambiando la manera en la que se aplican los modelos de negocios y maximizando los procesos de comunicación y producción organizacionales, generando una necesidad de cambio estructural interno en la “cultura” organizacional, modificando con esto los roles y las reglas de sus funciones internas. (Savić, 2020).
La ahora acelerada aplicación de dicho E4 extendiéndose a la realidad de los individuos ya no solamente para fines de entretenimiento, si no como un medio de comunicación interpersonal y un medio para el desarrollo del trabajo, ha aumentado la necesidad de estudios y seguimientos sobre la creación de nuevas afecciones psicosociales que están afectando a las personas, tales como el tecnoestrés y la ansiedad digital.
Con esto en mente, se menciona que desde el ámbito de las llamadas “ciencias” administrativas, es relevante la discusión entre los agentes del área en el campo técnico para la generación de programas que atiendan oportunamente dichas afecciones.
La creación de un proceso base para el manejo de afecciones psicosociales digitales podría ayudar a un desarrollo laboral íntegro dentro de una sociedad que experimenta una especie de “realidad extendida” que se va desde planos no físicos hasta la realidad en la que ellos se encuentran de manera tangible, además de ayudar a la interiorización del conocimiento teórico en la administración, surgiendo una necesidad del campo de generar teoría que no quede reducida únicamente a un carácter de racionalidad instrumental, ayudando con esto a avanzar un poco más dentro del problema epistemológico en el que se ven envueltos los estudios administrativos en relación con su estatus de disciplina “científica”.
Para eso será necesario que las ciencias administrativas dialoguen con su medio social en función de hacer teoría efectiva que respalde los procesos que atiendan esta problemática creciente.
Echeverría, J. (2001). Las TIC en educación. Revista Iberoamericana, 24, 12-23.
Savić, D. (2020). COVID-19 and work from home: Digital transformation of the workforce. Grey Journal (TGJ), 16(2), 101-104.
Velasquez, A. J. C., & Paz, D. C. B. (2020). El Tecnoestrés: Una consecuencia de la inclusión de las TIC en el trabajo. CIENCIAMATRIA, 6(1), 295-314.
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