DSAE: Seminario de Investigación I

Yolanda González de la Torre, José Jiménez Mora y Jorge Ignacio Rosas, en su texto "Prácticas lectoras de estudiantes universitarios con fines de escritura académica" (2016), entre otros aspectos que destacan es reconocer que la lectura supone una práctica socio-cultural; la misma que en el terreno de la formación universitaria, contribuye signficativamente al desarrollo de habilidades y conocimientos, para terminar por destacar que las prácticas de lectura y escritura suponen proceso cognitivos que todo universitario debe adquirir, desarrollar y consolidar. No obstante, ellos como otros autores (Arévalo Piña, 2018; Peredo Merlo, 2015), sea a través de resultados de investigación como de ejercicios reflexivos, señalan la -cada vez más evidente-, dificultad que a nivel universitario observa la ausencia de prácticas y hábitos de lectura entre los estudiantes, repercutiendo en la dificultad para desarrollar competencias propias de todo proceso de alfabetización académica. En

                                                                   José Luis Hernández Marín.  El término innovar, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), significa “alterar las cosas introduciendo novedades”. En este sentido, toda innovación supone un cambio, y el en el ambiente educativo supone una mejora de la calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje. En la época actual, la sociedad globalizada impone como resultado la expansión de la ciencia en el siglo XXI, la enseñanza basada en competencias es un reto y objetivo fundamental de la docencia en el nivel básico y medio, por tanto, el profesorado en su formación continua se ve en la necesidad de buscar la innovación, particularmente en el ámbito de la tecnología.   En este contexto, Parra y Galindo (2016) describen que la formación del docente resulta ser insuficiente ante estos cambios, por lo que debe de estar a la vanguardia de los fenómenos que alertan su práctica pedagógica. Antes del boom masiv

Cesar Berthely Hoy en día, el conocimiento científico es clave en la globalización. Son la educación, la ciencia, y la tecnología, las bases fundamentales para el desarrollo social y económico. No hay duda de que muchos centros educativos sostienen una lucha interminable por cambiar tanto su discurso como su práctica educativa, en donde el objetivo final es conseguir que la experiencia educativa sea memorable, de manera que el estudiante se desarrolle y transforme plenamente en un profesional competente, garantizando su bienestar como futura generación. Sin embargo, como docente he presenciado como este cambio casi siempre se queda en la teoría. En este contexto, para Liesa, Castello & Becerril (2017) al menos en los espacios educativos formalizados, han cambiado a menudo más profundamente en la teoría que en la práctica, en lo que se dice más que en lo que se hace realmente. (pp. 16).   Actualmente los cambios en la sociedad y la globalización pusieron en jaque los modelos educati

Eduardo Gabriel Barrios Pérez | La organización social y la cultura, así como sus procesos han evolucionado y lo seguirán haciendo al tiempo que las transformaciones derivadas de la incidencia de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) comienzan a desdibujar horizontes antes fijos y que ahora parecen desvanecerse a propósito del cambio de paradigma al que ha obligado el proceso de globalización entendido como “proceso de convergencia a escala mundial en lo económico y financiero, apoyado en la interconectividad que ha favorecido el avance de las tecnologías” (Raventós y Prats, 2012, p. 23) y cuya repercusión se ha extendido en todos los órdenes de la vida, incluida la educación. Así, bien vale la pena recuperar experiencias que han apostado por procesos de innovación frente a las nuevas sensibilidades y realidades del contexto educativo en el marco de la sociedad del conocimiento. Aquí rescato algunas consideraciones que me encontraría en disposición de realizar para inn

El hablar de innovación educativa en mi opinión no es hablar de tecnología para la educación, pienso que la innovación educativa es más profunda y centrada en los procesos metacognitivos del estudiante como lo es la innovación en políticas, metodologías y actividades para la enseñanza (lo cual es imprescindible y no es un trabajo sencillo para los profesores), impulsar la innovación en la formación, además de innovar en la preparación del profesorado así como lo señala  Vaillant (2019) en "Las paradojas de la innovación educativa". La tecnología para el proceso de enseñanza-aprendizaje desde mi punto de vista es una herramienta que puede ser diseñada dentro de la innovación educativa, en donde el estudiante debe de mostrar disciplina, control y organización de tiempo, entusiasmo, determinación, ser el protagonista de su propio aprendizaje, todo esto gracias a la planificación en la innovación educativa por parte de los profesores para el desarrollo metacognitivo del estu

Cuando se habla de las transformaciones que observa el mundo educativo, suele enfatizarse el papel que deben jugar docentes y estudiantes en la configuración de ambientes educativos que conduzcan y promuevan entornos educativos diferentes. Aquí, al tenor de la globalización y algunas premisas propiamente neoliberales, se habla de la necesidad de desmontar aquellas viejas concepciones que se tenían de un profesor como sujeto depositario de todo aquel conocimiento al que podía aspirar un estudiante. En el caso de este último, se dice debe comenzar a reinventarse a sí mismo, para lo cual se sugiere debe asumir un rol activo en la construcción de su propia experiencia de aprendizaje. Así, la asunción de nuevos protagonismos deviene en la constitución de perfiles e identidades distintas para responder a una proclama que llega desde todos los frentes para impulsar cambios estructurales, pero también socio-psicológicos, donde a estas dos figuras se le exige comenzar a pensarse y reconocerse