Primeras reflexiones: del contexto actual y lo educativo

Si algo caracteriza al mundo contemporáneo, es la complejidad de todo aquello que lo define, sea en lo económico, lo político, lo cultural, lo social, entre otros ámbitos. En ese contexto, la transformación que se ha venido observando en algunos de los órdenes del quehacer humano, ha llevado a las comunidades académicas a colocar bajo sus lentes, una mirada que apela a un conjunto de variables que pretenden contribuir al entendimiento y comprensión de este nuestro mundo.

Tal es lo que ocurre en el ámbito educativo, donde los retos de la educación de hoy, han pasado a vertebral las narrativas de especialistas que subrayan un cambio de paradigma que hoy observa la educación, donde los fenómenos que la definen, se reconocen como multideterminados. Aquí, científicos sociales desde distintos frentes disciplinarios, han venido contribuyendo en el análisis y la construcción de conocimientos, a partir de un tejido teórico que favorece la problematización, la investigación y explicación de lo educativo.

Constructos como Sociedad de la información y del conocimiento, Web 2.0, Innovación educativa, TIC, Modelos educativos, Educación centrada en el aprendizaje, Recursos Educativos Abiertos, Educación transmedia, Competencias docentes, entre un puñado más, han pasado a ser los recursos enunciativos de los que se valen las comunidades epidémicas y de práctica, para entretejer aproximaciones que expliquen y contribuyan a atender desde lo que esté a su alcance, las problemáticas que caracterizan a la educación contemporánea.

Un ejemplo de ello es lo que hoy se vive como resultado de la pandemia global por el Covid-19, donde las autoridades educativas mexicanas junto a las de salud, tomaron la decisión desde marzo de 2019 de implementar, como estrategia, la incorporación y el empleo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, para diseñar ambientes de aprendizaje y, con ello, hacer de la sana distancia una práctica higiénica para contribuir a achatar la curva epidémica, al procurar disminuir el número de contagios y con ello evitar una crisis hospitalaria, entre otros aspectos. Para cuando se escribe, casi se han alcanzado las 75 mil muertes y poco más de 700 mil casos confirmados por las autoridades de salud a nivel federal, además de 813 mil 641 casos sospechosos. Sin duda alguna, los retos que frente a la pandemia tiene la educación, son muchos, pero sobre todo complejos. 


Es en esta tesitura, que se propone hacer un ejercicio de reflexión en el que se ponga sobre la mesa, los apuntes y análisis de quienes conforman el Seminario de Investigación I, del doctorado insterinstitucional en Sistemas y Ambientes Educativos (DSAE), en su sede Universidad Veracruzana, para lo cual se proponen los siguientes criterios:

a) Cada estudiante debe recuperar alguna experiencia personal en torno a la contingencia sanitaria en el contexto educativo.

b) A la luz de esa experiencia, tomar como conceptos claves para acompañar los argumentos, expresiones como: sistemas y ambientes de aprendizaje, innovación educativa, competencias docentes, recursos educativos. No es necesario que todos se empleen, sólo aquel conveniente para la reflexión.

c) La participación debe ser a partir de la elaboración de un breve texto de no más de 700 palabras, donde deben hacerse un par de citas textuales, cuyas referencias se enlistarán al final de su participación.

d) La forma de presentar las fuentes de consulta y sus datos en el contexto del texto, será a partir de APA en su última edición. 

e) Para darle identidad a cada participante, deberán darse de alta con sus nombres y apellidos desde sus cuentas institucionales o personales.


Comentarios

  1. Buenas tardes Dr. Genaro. Confirmo mi participación con el comentario solicitado como actividad. Considero es un ejercicio interesante y enriquecedor pues nos permite problematizar algunos aspectos de lo que hasta ahora hemos vivido en el contexto educativo frente al panorama pandémico que aún continua, he desarrollado algunos aspectos de manera muy puntual precisamente a partir de la sorpresa que me ocasionó el poder interactuar y en algunos casos apoyar a docentes para la realización de actividades con herramientas digitales. Como señalo en el comentario que envié a través de EMINUS, es un fenómeno complejo en donde sin duda cabe la reflexividad en tanto docentes para la conformación de ambientes de aprendizaje, que, si bien pueden partir de la experimentación, procuren reducir lo que los organismos que cito, han mencionado en relación al atraso en los aprendizajes y las profundas desigualdades que se advierten.

    Un abrazo.

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    1. Lalo te pido que vuelva a intentar subir tu comentario aquí. En un correo te comentaba lo subieras en dos partes, pero parece no lo checaste. Debe hacerse aquí. Ya no hay problema para subirlo por la extensión. Gracias.

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  2. Buen día Dr. Y compañeros. Como experiencia en torno a la contingencia en el área de la educación quisiera compartir que al ser madre de una pequeña que se encuentra cursando primer año de primaria estamos viviendo ella y yo un proceso de adaptación, donde ella está siendo introducida en un entorno de aprendizaje virtual y dentro de esta adaptación la organización de los tiempos, actividades, tareas, convivencia familiar y descansos, así como la determinación por parte de ella y tras bambalinas de mi persona porque se alcancen los objetivos y aprendizajes es la clave para que se logre de manera efectiva el proceso de enseñanza- aprendizaje. El compromiso que el alumno y profesor tengan dentro de los ambientes virtuales de aprendizaje es esencial para que los procesos de aprendizaje se logren. Es importante recalcar que los entornos virtuales educativos han sido un paso gigantesco dentro de la evolución en la educación y en esta etapa de la vida humana que nos ha tocado vivir, son sin duda una parte esencial y primordial para que el proceso educativo se logre pues si no existiesen, sería mucho más complejo que se logrará el proceso de enseñanza- aprendizaje. Y como lo menciona Hernández (2017) los entornos virtuales de aprendizaje ya son parte de la vida diaria escolar en donde los alumnos tomarán las herramientas tecnológicas su favor haciendo uso de ellas para facilitar su proceso de aprendizaje, siendo ellos los protagonistas de su aprendizaje Suárez y Custodio (2004).

    Bibliografía.

    Hernández, R.M. (2017). Impacto de las TIC en la educación: Retos y Perspectivas. Propósitos y Representaciones, 5 (1), 325 - 347 http://dx.doi.org/10.20511/pyr2017.v5n1.149.

    Suárez, N. & Custodio, J. (2014). Evolución de las tecnologías de información y comunicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Revista Vínculos, 11 (1), 209-220.

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    1. Erandy:
      Agradezco su comentario. La experiencia que tiene con su pequeña hija es compleja pero no menos aleccionadora por todo lo que coparte. Y sí, pareciera ser que en la coyuntura, los ambientes de aprendizaje soy una realidad a la que quizá ya tengamos que acostumbrarnos. Saludos

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  3. En el contexto de la pandemia global por el coronavirus SARS-Cov-2 se han generado una serie de situaciones nunca antes contempladas a nivel social, económico, sanitario y educativo, por mencionar sólo algunos.
    El aislamiento social, así como la suspensión de gran parte de las actividades presenciales han provocado un trastrocamiento en los cimientos de la actividad educativa, a todos los niveles. Tanto maestros como alumnos nos hemos tenido que volcar y apropiar de las tecnologías educativas a nuestro alcance ya que, acostumbrados a las actividades presenciales, el cambio abrupto hacia un nuevo sistema y ambiente educativo digital, no fue bien digerido por todos los ahora usuarios.
    Las nuevas dinámicas evidenciaron las carencias en competencias digitales de los docentes y que los llamados “nativos digitales” tampoco han alcanzado un nivel mínimo de competencias en materia de alfabetización digital, definiendo la alfabetización digital como “la capacidad de acceder, gestionar, comprender, integrar, comunicar, evaluar y crear información de manera segura y adecuada mediante las tecnologías digitales para el empleo, el trabajo decente y la iniciativa empresarial. Incluye competencias que se denominan, de manera diversa, alfabetización informática, alfabetización en TIC, alfabetización en información y alfabetización en medios de comunicación.” (UNESCO, 2018, p. 6)
    Algunos problemas que se presentaron estuvieron ligados a la organización del tiempo, de los recursos educativos digitales y al manejo de plataformas virtuales de aprendizaje. En muchos casos, al principio, se cayó en la falsa sensación de que el trabajo remoto era más laxo y menos demandante y en consecuencia se saturó a los alumnos con actividades que buscaban compensar la ilusión de rigurosidad de la educación presencial.
    Pese a todo lo anterior, también fue evidente la rápida adaptabilidad de todos los actores del proceso de enseñanza-aprendizaje a los nuevos ambientes educativos. Particularmente en los docentes se pudo observar un cambio en los niveles de apropiación de las TIC, dentro de su practica educativa. Dichos niveles son: integración, re-orientación y evaluación, cuyas fases señala Valencia et al. (2016), al retomar y adaptar el modelo de Hooper y Rieber (1995).
    Si bien sólo en pocos casos se podrá hablar de un avance hasta el nivel de evolución, es un hecho que muchos docentes si transitaron de la fase de integración a la de re-orientación. La primera está caracterizada por “una concepción de las TIC como herramientas que facilitan la presentación de contenidos, la comunicación y la transmisión de información.” (Valencia et al., 2016, p. 19) En este primer nivel el uso de las TIC no alteran de manera significativa la forma en la que se llevaría a cabo una clase tradicional. En la segunda fase, “el docente utiliza las herramientas tecnológicas para organizar su práctica pedagógica con la participación activa de los estudiantes en torno a actividades particulares de enseñanza-aprendizaje.” (Valencia et al. 2016, p. 20) En este nivel se apela a las características intrínsecas de las herramientas digitales como son la interactividad, el dinamismo, la multimedia e hipermedia y el docente pasa de ser experto en los contenidos a ser un facilitador del aprendizaje.
    Sin duda alguna vivimos tiempos complejos, que nos han enfrentado a grandes retos, profesionales y personales, pero también ha significado una oportunidad para repensar la educación y el aprendizaje desde una perspectiva más amplia, crítica y creativa.


    UNESCO. (2018). A Global Framework of Reference on Digital Literacy Skills for Indicator 4.4.2. Information Paper No. 51. UNESCO

    Valencia, T., Serna, A., Ochoa, S., Caicedo, A. M., Montes, J. A. y Chávez, J. D. (2016). Competencias y estándares TIC desde la dimensión pedagógica: Una perspectiva desde los niveles de apropiación de las TIC en la práctica educativa docente. Cali: Pontificia Universidad Javeriana; UNESCO.

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    1. Alejandra:
      Me ha parecido interesante su reflexión en torno a lo que ha representado la pandemia en el terreno educativo y el papel que están jugando las TIC aun en medio de nuestra falta de habilidad para responder con eficacia a este reto; así también lo oportuno de las referencias y citas que hace para acompañar sus ideas. Lo único que extrañé es propiamente alguna experiencia que en lo particular usted ha podido tener.
      Saludos

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  4. Buenos días, Doctor y compañeros de clase. Con respecto a mi experiencia a lo largo de los últimos seis meses, quiero recalcar los desafíos como académico al que me he enfrentado a causa de la contingencia actual. Más aun en la enseñanza de la música. Debido a que me exige desarrollar competencias digitales que me permitan la virtualización de mis clases que son meramente prácticas y presenciales. Uno de esos desafío es el de reunir, organizar y compartir la información con mis estudiantes de música, lo que implica investigar y aprender los diferentes recursos educativos que proporciona la web 2.0, a través de tutoriales, cursos, talleres en línea con el fin de volverme un curador de contenidos digitales.

    Simultáneamente, las TIC se han convertido en una herramienta valiosa para el profesorado, esto ha permitido la creación oportuna de ambientes de aprendizaje basado en el uso de la tecnología que en otra época no hubiera sido posible para cubrir la demanda educativa. En este sentido, Fernández, Hernández, Nolasco, De La Rosa, y Herrera (2020) señalan que el progreso de las TIC en las últimas décadas han permitido apaciguar las consecuencias de las estrategias de distanciamiento social. Por consiguiente, la inclusión digital ocupa un lugar central como piedra angular en la búsqueda de soluciones para el ámbito educativo.

    Por último, quiero destacar que en esta nueva etapa social, nos lleva a replantearnos la necesidad de enriquecer nuestra función docente parara incorporar nuevas opciones y, de esta manera, darle un sentido pedagógico y didáctico a las TIC en el quehacer académico Vega (2016).

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    1. Fernández, M., Hernández, D., Nolasco, R., De La Rosa, R., & Herrera, N. (2020). Lecciones del COVID-19 para el sistema educativo Mexicano. 17.
      Vega, O. A. (2016). De las TIC en la educación a las TIC para la educación. Vector, 11, 24–29. Recuperado de http://www.redalyc.org/autor.oa?id=2406

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    2. José Luis:
      Gracias por su colaboración. Coincido con usted en torno a lo difícil que puede ser enseñar música sin el contacto físico para generar esas habilidades y conocimientos; sin embargo, como apunta usted, ante la contingencia del Covid-19, el académico tuvo que incorporarse a procesos que le exigieron el desarrollo de ciertas competencias, las que usted destaca como parte de lo virtual y digital para favorecer su enseñanza. Oportunas sus dos referencias.
      Saludos

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  5. (1/2)
    El contexto pandémico en el que nos encontramos sumergidos ha obligado a repensar lo educativo en tanto el sistema ha sido puesto en un desafío en el que las opciones de escolarización no pasaban por ser pensadas absolutamente de manera remota y que, sin embargo, hoy nos conducen a reflexionar de forma casi obligada aspectos relacionados con los entornos de aprendizaje mediados con TIC, por mencionar un ejemplo. Para el propósito de este comentario, se recupera una experiencia relacionada con la actualización docente que pasa por hacer mención sobre las resistencias que, quien escribe, encontró a la hora de emprender una ruta educativa en relación al desarrollo de competencias digitales docentes de un diplomado; particularmente fue sorpresivo constatar que un elevado porcentaje de quienes se encontraban inscritos, no tenían idea de cómo revisar correo electrónico y almacenar información en la nube. Sirva esta experiencia como un punto de partida para la problematización de lo que a continuación se expondrá a manera de contexto. Si bien es cierto que desde 2003 México ha desarrollado la llamada Estrategia Digital Nacional (EDN), también lo es el hecho de que, aún siguen existiendo resistencias como, por ejemplo, para el desarrollo de competencias docentes aunado a las problemáticas de actualización como se referirá más adelante. Dentro de las directrices de esa primera fórmula de la llamada EDN, se contempla “Desarrollar una política nacional de adopción y uso de las TIC en el proceso de enseñanza aprendizaje del Sistema Educativo Nacional” (Padilla, 2018, p. 134), lo que necesariamente implica aspectos tales como: a) infraestructura en las escuelas, b) el desarrollo de habilidades digitales de los estudiantes, c) la creación de contenidos digitales con pertinencia curricular y d) el uso de TIC en la formación docente. (Padilla, 2018).

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  6. (2/2)
    Sobre el último aspecto es particularmente importante señalar que, pese a la existencia de ciertas investigaciones que podrían llevar a la toma de acciones concretas, vale la pena reflexionar sobre los resultados, a saber: “falta de formación o formación escasa, la ausencia de capacitación en las bases didácticas sobre el uso de las TIC, carencia de apoyo técnico, además del poco tiempo y espacio para echar a andar proyectos colegiados” (Padilla, 2018, p. 135) y ya hemos dicho que, de acuerdo a los pronósticos que realizan algunos organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo “la pandemia impondrá mayores presiones a los ministerios [de educación] en cuanto a la calidad de la infraestructura y transporte escolar” (Álvarez, Bergamachi, López, Noli, Ortiz, Pérez, Rieble, Camila, Scannone, Vázquez y Viteri, 2020, p. 4), esto forzosamente se debe mirar desde un punto de vista complejo a la luz de otras circunstancias de coyuntura como por ejemplo la crisis económica, la pérdida de los empleos, la disminución de los ingresos en los hogares y que, según se ha reportado “tendrá repercusiones negativas sobre los aprendizajes alcanzados, la escolarización a tiempo, la deserción y la promoción. Esto afectará aún más a aquellos estudiantes pobres y de clase media vulnerable, así como a los estudiantes indígenas, migrantes y con necesidades especiales” (Álvarez et al, 2020, p.3). De acuerdo con el monitoreo de escuelas cerradas a causa del COVID-19 que maneja la UNESCO, fueron 139 países afectados en el pico más alto de la pandemia, superando los mil 300 millones de estudiantes afectados; a la fecha, el último registro, señala que son 850 millones de estudiantes que se encuentra fuera de las escuelas en todos los niveles educativos en 53 países que mantienen los cierres, lo que representa un 48% del total de estudiantes matriculados. (UNESCO, 2020). Este panorama permite señalar la pertinencia de la reflexión en tanto se es docente como un medio para poder repensar las prácticas educativas y con ello apuntalar la creación de recursos educativos que contribuyan a la disminución de lo que han señalado instancias como la UNESCO en relación a los atrasos en los aprendizajes pues “los cierres prolongados interrumpen los servicios escolares esenciales tales como inmunización, alimentación escolar, salud mental y apoyo psicosocial, y puede causar estrés y ansiedad” (UNICEF, 2020, p.2) , así mismo, se puede entender la necesidad de la innovación educativa como para atender los múltiples escenarios sociales que podrían presentarse en un país con las particularidades que México presenta.

    Referencias


    Álvarez et al (2020). La educación en tiempos del coronavirus. Los sistemas educativos de América Latina y el Caribe ante COVID-19. Banco Interamericano de Desarrollo. Disponible en: https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/La-educacion-en-tiempos-del-coronavirus-Los-sistemas-educativos-de-America-Latina-y-el-Caribe-ante-COVID-19.pdf
    Padilla, S. (2018). Uso y actitudes de los formadores de docentes ante las TIC. Entre lo recomendable y la realidad de las aulas. Revista Apertura, volumen 10, número 1, pp. 132-148. | Universidad de Guadalajara. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/pdf/apertura/v10n1/2007-1094-apertura-10-01-132.pdf
    UNESCO (2020). Education: From disruption to recovery. COVID-19 Impact on Education. Disponible en: https://en.unesco.org/covid19/educationresponse
    UNICEF (2020). Framework for reopening schools. Disponible en: http://pubdocs.worldbank.org/en/625501588259700561/Framework-for-Reopening-Schools-APRIL27.pdf

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    1. Eduardo:
      Gracias por tu colaboración.
      Lo que planteas como experiencia si bien una realidad en torno a la resistencia de académicos, no deja de sorprender, particularmente por las referencias que luego haces sobre la historia que tiene esta necesidad en México para generar una cultura digital en los ámbitos educativos; lo que también confirma que el ser usuarios de tecnologías no siempre garantiza o contribuye a su correcto uso cuando de lo educativo se trata.
      Lo otro que quiero destacar de tu ejercicio es la forma en que aprovechas la extensión propuesta para abonar a una reflexión que suma otras variables que permiten confirmar la complejidad de lo que hoy vivimos, pero también lo que se avecina en el futuro próximo e inmediato.
      Saludos

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  7. Mi experiencia personal en torno a la contingencia sanitaria por Covid-19 en el contexto educativo está vinculada a mis estudiantes y tutorados, los cuales me han compartido angustias y peripecias que han vivido en estos meses de pandemia en lo relativo a su formación académica. Con mis alumnos el intercambio de estos comentarios fue a través de un Foro en Eminus en las EE que impartí y con mis tutorados fue a través de Whatsapp y videollamada, sin embargo, llamó mi atención que aunque hubo todo tipo de comentarios (algunos muy conmovedores respecto a ámbitos personales, familiares), la gran mayoría coincidió al externar preocupaciones que podemos vincular a las brechas digital y económica, comentarios que me hicieron pensar en cómo la pandemia puso de manifiesto lo que sabemos pero a veces olvidamos: nuestra brecha digital, una buena parte de la plantilla docente de la Universidad Veracruzana, y me atrevo a decir que de todas las universidades públicas en México, no cuenta con las competencias digitales docentes para implementar Educación en Línea y la brecha económica, un buen número de los estudiantes, no sólo UV, sino en general de las Universidades públicas en México carece de acceso a los recursos tecnológicos, debido en muchos casos a la falta de recursos económicos y también en algunos casos a que residen en comunidades con limitaciones en el acceso a la tecnología.
    He tenido la oportunidad de colaborar con las dos vertientes de los docentes ante la incorporación de la Tecnología en la Educación, la vertiente de aquellos que buscan la innovación educativa y el desarrollo de sus competencias docentes en el ámbito digital (intento formar parte esta vertiente lo más que me es posible) y la vertiente de aquellos que se encontraban cómodos trabajando en el aula con sus competencias docentes muy lejos de las competencias digitales, con una incorporación de tecnologías mínima, casi nula. Sin embargo, no importó cual fuera su vertiente, la llegada de la pandemia nos obligó a todos no solo a incorporar la tecnología a nuestras aulas, sino a usarla, ya que su uso se convirtió en la única forma para poder llevar a cabo la educación y nuestra función docente, y así la pandemia puso de manifiesto nuevamente las dos grandes brechas que se viven en el ámbito educativo en México, encontrándonos con “el intento de convertir los hogares en escuelas pequeñas, las pantallas de las computadoras en replicadoras de la imagen de los profesores” (Álvarez, G. 2020), que mantienen a los estudiantes 7 o hasta 10hrs frente a un dispositivo, escuchando clases y pugnado porque su único medio para atender todas estas horas en Zoom es su celular y los datos que puedan pagar a través de recargas telefónicas.
    Soy optimista y quiero pensar que entre tantas complicaciones que ha traído la pandemia, dejará también algunos beneficios, en el ámbito educativo este beneficio podría estar vinculado a la consolidación de la educación en línea, pasando, como se menciona en el Fundación Bankinter (2020), de ser un complemento a convertirse en la base del modelo educativo, dando la pauta a un modelo mixto y que habrá también una concientización docente que lleve al desarrollo de competencias digitales docentes que permitan una educación en línea equilibrada (respecto al uso de videoconferencias), de tal forma que no sacrifique a los estudiantes cuyo acceso a los recursos tecnológicos está limitado por su ubicación geográfica o su condición económica.

    Akademia (2 de julio de 2020) ¿Y ahora qué? 10 retos de la educación que tendremos que afrontar tras el Covid-19. Fundación Innovación Bankinter https://www.fundacionbankinter.org/blog/noticia/akademia/-y-ahora-que-10-retos-de-la-educacion-que-tendremos-que-afrontar-tras-el-covid-19#

    Álvarez, G. (16 de abril de 2020). Covid-19. Cambiar de paradigma educativo. COMIE http://www.comie.org.mx/v5/sitio/2020/04/16/covid-19-cambiar-de-paradigma-educativo/

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    1. Buenos días Saraí:
      Agradezco su colaboración en este ejercicio.
      Con relación a la experiencia que tiene, me parece pertinente destacar las dificultades que todos hemos tenido, donde las asimetrías desde dónde se vive esta experiencia de confinamiento sanitario y trabajo académico, ha desnudado los distintos tipos que caracterizarían las brechas que distinguen a la sociedad mexicana. Me parece oportuna la dimensión socio-emotiva a la que se remite para posicionarse frente a lo vivido y lo que viene.
      Saludos

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  8. Muy buen día Doctor y compañeros. Sin duda alguna la contingencia por la que estamos atravesando está cambiando de forma radical la manera en cómo aprendemos. Recuerdo muy bien que hace un par de años me encontraba estudiando la Ingeniería en Mantenimiento Industrial en la UTCV, dicha universidad siempre ha contado con una plataforma de B-learning para poder complementar los temas que se vieron durante clase, al ser éste mi primer contacto con una plataforma educativa virtual, se me hizo algo totalmente nuevo el poder realizar mis actividades por medio de la computadora de acuerdo a cierta prioridad, ya que podría dedicarles la atención y el tiempo adecuados.

    Sin embargo, nos encontramos en un mundo globalizado en el que una plataforma educativa digital por sí sola no es de mucha ayuda, es por ello que me llamó la atención el concepto de innovación educativa, ya que su objetivo principal es brindar una respuesta adecuada a los problemas relacionados con la mejora del proceso de aprendizaje de los alumnos, así como ofrecer una educación al alcance de todos, con la finalidad de facilitar el desenvolvimiento de los mismos dentro de una sociedad cambiante, desarrollando competencias y una cultura digital. (Aparicio y Rodríguez Moneo, 2015)

    Hoy en día me enfrento a una realidad educativa con la que no estaba para nada relacionado, ya que los sistemas y ambientes educativos se encuentran en un constante cambio, y hoy en medio de una contingencia en donde la enseñanza se da por medios virtuales, me doy cuenta de las carencias digitales que he tenido como estudiante. Afortunadamente los recursos educativos con los que actualmente contamos intervienen y facilitan el proceso de enseñanza – aprendizaje ya que, al encontrarse tanto de manera física como virtual, se tiene como condición despertar el interés del estudiante. (Morales, 2012)

    Sin duda alguna, todo este proceso nos ayudará a poder sacar lo mejor de las herramientas tecnológicas con las que contamos, además de que de alguna u otra forma debemos ser capaces de desarrollar resiliencia para poder adaptarnos.

    Por último, es necesario tener en cuenta que los ambientes educativos han cambiado muy poco en los últimos años, por tal motivo es necesario resaltar lo que mencionó Montessori (1986) con respecto a que la educación debe ser interactiva y personalizada, ya que todos como individuos tenemos formas muy diferentes de aprender, en donde las competencias docentes deben estar enfocadas al desarrollo de competencias y habilidades de la nueva era digital.

    “El mejor ritmo de aprendizaje es el propio”

    Referencias

    • Morales, P (2012). Elaboración de Material Didáctico. Red Tercer Milenio. Tlalnepantla. México
    • Montessori, M. (1986). La mente absorbente del niño. México. Diana.
    • Aparicio, Juan & Rodríguez-Moneo, María. (2015). El aprendizaje humano y la memoria. Una visión integrada y su correlato neurofisiológico.

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    1. Marcos:
      Gracias por tu colaboración.
      A partir de tu experiencia considero que has tenido ocasión de dimensionar y vivir desde una práctica docente distinta, este confinamiento sanitario y la implementación de clases en ambientes virtuales. Esto te lleva a pensar que, al hablarse de innovación educativa, no siempre hay que circunscribirlo a lo tecnológico, y en eso hay mucho de razón, aunque los lugares comunes nos suelen llevar por esos derroteros. En ese contexto, como se deja entrever en tu participación, el docente juega un papel importante como facilitador y estratega para mediar en los procesos educativos. Y ahí hay mucho por hacer.
      Saludos

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  9. La actual contingencia sanitaria nos tomó a todos por sorpresa, pues no imaginábamos que de la noche a la mañana todos los cursos que impartimos se moverían a un entorno completamente mediado por tecnologías: el entorno virtual. En retrospectiva, considero que al inicio de la contingencia sentí un cierto nivel de ansiedad debido a la incertidumbre inicial en relación a los criterios y forma de evaluación, así como debido a la presión por seleccionar una plataforma donde mis estudiantes (en su mayoría adultos) de cursos de inglés para público general pudieran seguir recibiendo la atención que sabía me correspondía darles. No obstante, una vez resueltas esas interrogantes, considero que mi experiencia como docente ha sido mayormente positiva desde marzo. Esto muy probablemente se debe a dos factores principales:
    1) El hecho de pertenecer a la generación conocida como millennial, aunque al tener 34 años no necesariamente implica que he estado rodeado de tecnología desde la infancia, pues durante las etapas equivalentes a la educación básica y media superior que cursé en el país donde crecí (Estados Unidos) mi contacto con la tecnología fue de cierta forma limitado; en especial, si lo comparamos con el nivel de exposición a las tecnologías que han tenido generaciones más jóvenes. No obstante, pertenecer a esta generación de alguna forma me ha implicado sentirme cómodo con el uso de la tecnología, la cual eventualmente permeó mi práctica como docente.
    2) El contar con experiencia como facilitador de cursos en línea para diversas instituciones desde hace casi ocho años. Esta experiencia me ha brindado una buena idea de cómo es que un alumno puede aprender a comunicarse en un idioma gracias a la interacción por medio de herramientas tecnológicas sincrónicas y asincrónicas. En general, considero que cada experiencia que he tenido como tutor en línea me ha aportado aprendizajes valiosos; los cuales, sin lugar a dudas, han impactado la forma en la que como docente me he enfrentado a este periodo de contingencia. Esto me ha permitido priorizar las necesidades de aprendizaje de mis estudiantes mediante la enseñanza remota de emergencia, y en este nuevo semestre mediante una instrucción mejor planeada para ser realizada en línea desde un inicio.
    Considero que en lo que respecta al aprendizaje de idiomas con fines comunicativos, la contingencia sanitaria ha hecho innegable que las herramientas tecnológicas no son la solución por sí solas, y ha servido para resaltar el papel del docente como la figura que guía los procesos de enseñanza-aprendizaje contemplando la integración de las distintas habilidades del idioma para propiciar la comunicación (Cruz-Ramos, González-Calleros y Herrera-Díaz, 2019). Como afirma Edel-Navarro (2010), “no es suficiente contar con recursos tecnológicos de punta, es necesario formar usuarios y consumidores de tecnología” (p.8). En consecuencia y en relación con la consolidación y creación de una sociedad del conocimiento donde no existan marginados en el uso de la tecnología, “los jóvenes están llamados a desempeñar un papel fundamental [...], ya que suelen hallarse a la vanguardia [su] utilización” (UNESCO, 2005, p.18).
    En otras palabras, considero que nuestra labor como docentes, con respecto a la sociedad del conocimiento y el uso de la tecnología en el escenario actualmente delimitado por la pandemia por COVID-19, debe ir más allá de ser simples instructores que provean a sus estudiantes de conocimientos por medios digitales (aunque de forma tradicionalista). Debemos analizar cuáles son las competencias y habilidades que nuestros estudiantes necesitan desarrollar y diseñar la instrucción de forma que el uso del pensamiento crítico y otros aprendizajes para la vida se vean involucrados.
    Sin lugar a dudas, ese es mi objetivo actual como docente con experiencia en la modalidad virtual; ir más allá y contribuir a que mis estudiantes sean verdaderos ciudadanos digitales.

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    1. Cruz-Ramos, M., González-Calleros, J., y Herrera-Díaz, L. (2019). Aprender inglés en México en tiempos de cancelación de reformas educativas: ¿es la tecnología la solución? RD- ICUAP, 5(3), 1-10. Recuperado de https://bit.ly/2WTpkft

      Edel-Navarro, R. (2010). ENTORNOS VIRTUALES DE APRENDIZAJE. La contribución
      de “lo virtual” en la educación. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 15(),
      7-15. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14012513002

      UNESCO (2005). Hacia las Sociedades del Conocimiento: informe mundial de la UNESCO (pp. 17-27, Rep.). París: UNESCO. Recuperado de http://www.unesco.org/ulis/cgi-bin/ulis.pl?catno=141908&set=0059B4982F_3_119&gp=

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    2. Mario:
      Gracias por su colaboración.
      Es justo por razones como las que expone, que pongo en duda la pertinencia académica del empleo de un constructo como millennials. En lo personal nunca lo he empleado en mis textos. Sobre ello, en algún momento invitaré a su reflexión, seguramente.
      Sirva pues eso, para señalar que esas dudas que tuvo y luego resignificó conforme pasó el tiempo, es lo que quizá a muchos otros ha pasado. Destaco también la forma en que una suerte de problematización en torno a la pertinencia para sumar la tecnología más razonable y pertinente en su tarea docente, colocó al tipo de estudiante por delante, y eso ha sido sin duda muy importante: sus adultos.
      Saludos

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  10. Buen día Dr. y compañeros, mi reflexión acerca del contexto actual y lo educativo es el siguiente: El uso de la tecnología nos aporta grandes beneficios a los docentes en su práctica de enseñanza. Antes de que apareciera en China en diciembre pasado la llamada enfermedad Covid-19, la cual se ha extendido por el mundo y fue declarada pandemia global por la Organización Mundial de la Salud (OMS) era uno de los pocos profesores del Centro de Lenguas Extranjeras de la institución en la que laboro que utilizaba plataformas educativas y herramientas en línea para compartir material y asignar actividades a los estudiantes y/o aplicar exámenes. Si bien esta pandemia me tomo por sorpresa al igual que el resto de mis compañeros docentes, mi experiencia en la enseñanza y cierto conocimiento de los recursos educativos hicieron menos complicada la tarea de mover mi practica de enseñanza presencial al ambiente virtual. Reconozco la manera profesional con la que todos respondimos, pero también pude observar que algunos se mostraron menos preparados para transformar sus clases. Como profesores de enseñanza de idiomas nuestro principal reto fue proporcionar a los estudiantes actividades que propiciaran el desarrollo de las habilidades propias del idioma de estudio. Para este nuevo ciclo escolar la institución ha trabajado arduamente en la organización de las clases virtuales en donde se han encontrado con distintos obstáculos, como la falla en algunos recursos tecnológicos lo que provoca a su vez disgusto en el personal docente y la comunidad estudiantil. A este respecto, Pérez-Ortega (2017) expresa la necesidad de modificar las estructuras de las escuelas de nivel superior, debido a que sus modelos organizativos actuales dificultan la incorporación de las TIC.
    Mientras tanto, se está entrenando al personal docente en el uso de herramientas tecnológicas pero la mayoría de mis compañeros en el departamento de lenguas extranjeras se han mostrado renuentes a utilizar dichas herramientas, argumentando la complejidad en su manejo.
    Galvis (2007, como se citó en Villaroel y Bruna, 2017) clasificó cuatro competencias del docente universitario, las que llamó: intelectuales, inter e intrapersonales, sociales y profesionales. Y Villaroel y Bruna (2017) expresan que las competencias inter e intrapersonales se relacionan con el “ser”, es decir la apertura del docente hacia las nuevas experiencias, la responsabilidad de sus acciones, la habilidad de adaptarse a los cambios, así como la habilidad para mostrar consistencia. Por lo tanto, considero importante se programe la capacitación del personal docente con cursos que sirvan para desarrollar las competencias docentes haciendo énfasis en el caso de los profesores del Centro de Lenguas extranjeras en sus competencias inter e intrapersonales.


    Pérez-Ortega, Isabel (2017). Creación de Recursos Educativos Digitales: Reflexiones sobre Innovación Educativa con TIC. Revista Internacional de Sociología de la Educación, 6(2),243-268.[fecha de Consulta 29 de septiembre de 2020]. ISSN:. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=3171/317151451004

    Villarroel, Verónica A, & Bruna, Daniela V. (2017). Pedagogical Competencies of University Teachers: A Case Study, Which Incorporates the Perspective of Chilean Teachers and Students. Formación universitaria, 10(4), 75-96. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-50062017000400008

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    1. César:
      Gracias por su participación.
      Sin duda la experiencia que narra, muy parecida a la de Eduardo, es algo que ha venido ocurriendo desde hace un par de décadas. Llama la atención que tal resistencia, muestre que puede haber grupos de académicos que sigan pensando igual que hace 20 años. En fin, es parte de la heterogeneidad y asimetría que caracteriza al mundo de la educación.
      Por otro lado, quiero destacar también la referencia que hace a las competencias, si bien los autores que refiere plantean su necesidad, considero que puede haber otros autores y organismos que proponen mayor claridad al tipo de competencia que para el siglo XXi requiere un docente. Ya hablaremos de ello también.
      Saludos

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  11. Buen día compañeros y Dr. Mi experiencia en esta pandemia ha sido llena de muchos retos , les comparto que la modalidad mixta que empleamos en la sede donde laboro , me ha permitido desarrollar diferentes competencias docentes , por el uso constante de sistemas y ambientes de aprendizaje pero en esta ocasión al ser modalidad mixta , también era presencial , uno de los retos fue desarrollar recursos educativos , en específico al diseño y desarrollo de contenidos digitales para iniciar este semestre totalmente en línea , fue una gran experiencia pero un gran reto, pero por otro lado mi sobrino de 9 años en su colegio le informaron que en este ciclo escolar sus clases serán en línea eso causo una preocupación muy grande para mi hermana pues ella no tenía mucho conocimiento de las plataformas digitales y el uso de estas nuevas tecnologías y eso me permitió reflexionar sobre esta situación donde una de las consecuencias de ello es que cuando una persona queda excluida del acceso y uso de las TICs, se pierde formas de ser y estar en el mundo, y el resto de la humanidad también pierde esos aportes. En el siglo XXI es indispensable saber utilizar tecnologías (OECD, 2011).
    Decidí preparar un curso para mi hermana y mi sobrino sobre el uso de algunos sistemas y ambientes de aprendizaje que permitieran comprender la educación a distancia , entender las formas de comunicación y el uso de estas tecnologías poniendo en práctica las competencias docentes que he desarrollado a lo largo de mi formación profesional.
    Estoy de acuerdo con que el Internet es hoy día la mayor fuente de información y el entorno más importante de aprendizaje sobre muchísimos temas, y no sólo porque contenga mucha “información”, sino porque “conecta” a muchas personas y les facilita la comunicación entre sí. (Adell Segura, J. & Castañeda Quintero, L. ,2010).
    Fue para mi una buena experiencia apoyar a mi familia pero sobretodo mostrarles que las TIC juegan un papel muy importante en los nuevos retos de aprendizaje.


    Adell Segura, J. & Castañeda Quintero, L. (2010) “Los Entornos Personales de Aprendizaje (PLEs): una nueva manera de entender el aprendizaje”. En Roig Vila, R. & Fiorucci, M. (Eds.)

    OECD (2011), Education at a Glance 2011: OECD Indicators, OECD Publishing.
    http://dx.doi.org/10.1787/eag-2011-en

    Sánchez, R. G. (2010). Tecnologías de la información y la comunicación, sociedad y educación. Sociedad, e-herramientas, profesorado y alumnado. RUSC: Revista de Universidad y Sociedad Del Conocimiento, 7(2), 1–4. https://www.proxydgb.buap.mx:2168/10.7238/rusc.v7i2.827

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    1. Pilar:
      Gracias por su participación
      Con relación a su experiencia, sin duda muestra las posibilidades de repensar, incluso, concepto como educación formal, informal y no formal, al ver la manera en que tomó la iniciativa para generar un ambiente de aprendizaje para un entorno familiar. Eso es un interesante.
      Sin duda, el colocar en la mira y atención a su hermana y sobrino, le ha permitido reconocer no sólo la problemática que muchos estudiantes y docentes (como han señalado algunos de sus compañeros), hoy tienen para sacar adelante este reto; por lo que lo emocional y el reconocimiento a ellos como seres humanos integrales con todas y sus asimetrías, es también necesario.
      Saludos

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